Branding es crear una imagen positiva a través de las expectativas y luego construir esa imagen con experiencias de marca relevantes que cumplan las promesas de la marca. A través del branding, los clientes y posibles clientes crean vínculos estrechos con la marca. Las empresas tienen que obtener opiniones positivas y eso se logra con acciones positivas. El manejo de las percepciones se convierte en la marca, y el branding es la tarea responsable de lograr la conexión emocional necesaria con las marcas.
Las emociones determinan los hábitos de compra de su público objetivo. El branding utiliza las emociones integrándolas en la marca. El Branding también comunica el propósito, la promesa y la personalidad de la marca, así como los beneficios que esta ofrece. Todo debe estar conectado y orientado a despertar las emociones positivas de los clientes.
Para el branding, es necesario que los productos o servicios incluyan una dimensión emocional. Por ejemplo, no vendemos computadoras, vendemos una ventana al mundo. O no vendemos helados, vendemos un momento de frescura. Sin ninguna duda, hoy es necesario vender algo que mejore de alguna manera la vida de las personas. Para lograr esto, debemos hacerlos sentir, y no solo pensar que somos la solución a cualquiera de sus problemas. De eso se trata el branding.